Las mujeres que necesitan realizar un tratamiento de fertilidad, ya sea de baja o alta complejidad, buscan hacer todo lo posible para mejorar sus probabilidades de éxito. Dentro de esto, la estimulación hormonal es fundamental, pero muchas pacientes tienen temores respecto a los medicamentos inyectables. Sabemos que las inyecciones son intimidantes y su manejo puede parecer complejo.

Para que el proceso sea más amigable y fácil, nuestra Dra Adela Camus, nos cuenta en el siguiente artículo qué medicamentos se utilizan en cada caso y por qué, sin embago debes saber que los protocolos pueden variar significativamente de una paciente a otra.

También ayuda saber que vas a contar con el apoyo del personal de la clínica sobre cómo manejar y administrar los medicamentos. Con todo el sistema de educación y soporte que tenemos en SGFertility, nuestras pacientes se sienten muy cómodas con el manejo de las hormonas inyectables y tranquilas respecto a su capacidad de completar con éxito el plan de medicación. De hecho, una vez que comienzan, vemos que muchas mujeres están sorprendidas por lo fácil que resulta la administración de las inyecciones subcutáneas y lo bien que toleran los efectos de los medicamentos.

Preparación de los ovarios para la estimulación en ciclos de alta complejidad (fecundación in vitro (FIV) – vitrificación de ovocitos)

Antes de un ciclo de FIV o de vitrificación de ovocitos, a algunas mujeres se les indicará una “preparación” de los ovarios. Según cada caso, esta puede ser:

–Anticonceptivos orales combinados: se utilizan para reducir la posibilidad de que se formen quistes en los ovarios y/o controlar el momento del inicio de la estimulación ovárica.

  –Estradiol: se inicia después de la ovulación del ciclo menstrual previo al ciclo de FIV. Ayuda a que los folículos ováricos estén pequeños y de un tamaño homogéneo al momento del inicio de la estimulación.

–Testosterona transdérmica y Coenzima Q10: indicados en pacientes con baja reserva ovárica, podrían mejorar la respuesta de los ovarios a la estimulación.

Estimulación de los ovarios para tratamientos de baja complejidad (inducción de la ovulación y/o inseminación intrauterina (IIU)

Ya sea que una mujer esté ovulando en forma espontánea o no, su tratamiento de fertilidad generalmente incluirá medicamentos que estimulan la ovulación.

Las mujeres que no ovulan espontáneamente, realizarán un tratamiento cuyo objetivo es lograr que sus ovarios liberen un óvulo cada mes, lo que se conoce como inducción de la ovulación.

En mujeres anovulatorias jóvenes, el medicamento más comúnmente utilizado para la inducción de la ovulación es el Letrozole, una tableta que se toma por vía oral durante cinco días. Las pacientes son monitorizadas regularmente con ecografías, para evaluar cómo están respondiendo sus ovarios al medicamento. Las ecografías además buscan detectar aquellos casos en que se desarrolla más de un folículo dominante, para eventualmente cancelarlos y así reducir el riesgo de embarazo múltiple. Para las pacientes que no responden al Letrozole, a menudo se agregan inyecciones de Hormona Folículo Estimulante (FSH).

En mujeres que ovulan regularmente, la estimulación ovárica puede ser con letrozole, FSH o una combinación de ambos.

En todos los ciclos en que se utiliza FSH, y en algunos de los que utilizan solo letrozole, también es necesario desencadenar la ovulación (maduración final del ovocito y ruptura folicular). Se realiza mediante la inyección subcutánea de hormona gonadotrofina humana (hCG) y se indica cuando el folículo dominante tiene un tamaño igual o mayor a 18 mm y el endometrio tiene, al menos, 7 mm. de grosor.

Estimulación ovárica para los tratamientos de alta complejidad

Las mujeres que realizan tratamientos de fertilidad más complejos, como la FIV o vitrificación de ovocitos, usan medicamentos cuyo fin es estimular la mayor cantidad posible de  folículos, para así obtener un número adecuado de óvulos maduros que maximice las posibilidades de éxito.

La FSH y la Hormona Luteinizante (LH) están involucradas en el proceso natural de ovulación y son estas mismas hormonas las que se usan para estimular los ovarios, pero en dosis mucho mayores a los niveles que circulan en un ciclo espontáneo. Algunos protocolos usan solo FSH, pero la mayoría comprenden una combinación de FSH y LH.

La FSH y la LH son autoadministradas en forma de inyecciones subcutáneas diarias, durante 8-14 días. Estas inyecciones van al tejido graso debajo de la piel, generalmente de la pared abdominal, alrededor del ombligo.

Al igual que en los ciclos de baja complejidad, al final de la estimulación es necesario desencadenar o gatillar la ovulación. En este caso, se realiza mediante la inyección subcutánea de hormona gonadotrofina humana (hCG) y/o de análogos de GnRH.

Apoyo a la implantación (apoyo de fase lútea)

Siempre que un tratamiento busque el embarazo en ese mismo ciclo, ya sea que incluya una IIU (baja complejidad) o una transferencia embrionaria en el mismo ciclo de la FIV (alta complejidad), se indica medicación para apoyar la implantación. La progesterona es el medicamento más importante en esta etapa, que se indica por vía vaginal. En algunos casos de transferencia de un embrión congelado, además se indica por vía oral.

Efectos secundarios de la medicación para la fertilidad

Dado que modifican los niveles hormonales, los medicamentos que se utilizan para la estimulación de la ovulación, gatillo de la ovulación y apoyo de fase lútea pueden producir efectos secundarios como molestias abdominales bajas, dolores de cabeza, irritabilidad, fatiga e hinchazón, similares a los síntomas del síndrome premenstrual o la menstruación.

Sin embargo, cada paciente es diferente en cómo responde a los tratamientos, y hay algunas mujeres que no experimentan efectos adversos con su uso. Es difícil predecir cómo éstos afectarán a una mujer en particular pero, en cualquier caso, la gran mayoría de las pacientes toleran bien los medicamentos.

La medicación es solo una parte del tratamiento

Iniciar las inyecciones de hormonas puede ser abrumador, pero también marca el inicio del emocionante proceso del tratamiento de fertilidad. Es importante enfocarse en el panorama general, donde los medicamentos son solo un instrumento más que nos ayuda en el éxito del procedimiento para lograr tener un hijo. Mi consejo para las pacientes que se sienten nerviosas por estos tratamientos inyectables, es que vayan paso a paso. La educación personalizada dentro de SGF, además de todo el material de apoyo disponible, hace que las pacientes tengan muy pocos problemas a la hora de hacer el tratamiento de fertilidad.