El duelo en los procesos de fertilidad: cuando lo que duele no siempre se ve
Cuando hablamos de duelo, la mayoría de las personas piensa en la pérdida de alguien que ha muerto. Pero en los procesos de fertilidad también hay duelos. Son pérdidas menos visibles, a veces difíciles de nombrar, pero igualmente dolorosas. Y es importante darles un lugar.
Por: Psicóloga Tatiana Jadue

Muchas personas que atraviesan tratamientos de fertilidad experimentan una serie de pérdidas emocionales que rara vez se reconocen abiertamente: la pérdida de la espontaneidad en la concepción, de la imagen del cuerpo “naturalmente fértil”, de la idea de un camino lineal hacia la maternidad o la paternidad. A veces es el duelo por un embarazo que no llegó, por intentos fallidos. A veces también se puede tener una sensación de pérdida al tener que recurrir a una donación de gametos. Cada una de estas situaciones puede activar un proceso de duelo, aunque no siempre se lo llame así.
Desde la psicología reproductiva, entendemos el duelo como un trabajo interno que permite elaborar una pérdida, para poder seguir adelante sin negar lo que dolió. No es un proceso rápido ni uniforme. A veces se expresa como tristeza, irritabilidad, culpa, envidia o una sensación de vacío difícil de explicar. Lo importante es saber que todo eso tiene sentido y merece ser escuchado. No estás exagerando ni siendo “demasiado sensible”. Estás atravesando algo real, aunque a veces no sea algo “tangible”.
Reconocer estos duelos no es rendirse, ni perder la esperanza. Al contrario: es un paso esencial para cuidar tu salud emocional en un camino que muchas veces es largo y exigente. Darse permiso para sentir, hablar de lo que duele y buscar apoyo son formas de fortalecer ese deseo tan profundo que te mueve.
En la clínica, estamos para acompañarte también en estos aspectos. Porque entendemos que los tratamientos no solo involucran al cuerpo, sino también al psiquismo, a la historia, al deseo y a los vínculos. Y que todo eso merece ser cuidado.